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Emoción telúrica - Corazón sideral

Autor: José Ortega y Gasset
Libro: Meditaciones del Quijote

Meditaciones del Quijote
El azúl crepuscular había inundado todo el paisaje, las voces de los pájaros yacían dormidas en sus menudas gargantas; al alejarme de las aguas que corrían, entré en una zona de absoluto silencio... Y mi corazón salió entonces del fondo de las cosas, como un actor se adelanta en la escena para decir las últimas palabras dramáticas. "Paz, paz", comenzó el rítmico martilleo, y por él se filtró en mi ánimo una emoción telúrica. En lo alto, un lucero latía al mismo compás como si fuera un corazón sideral, hermano gemelo del mío. Y como el mío, lleno de asombro y ternura por lo maravilloso que es el mundo. Comentario:

Es un talante vital, en la raíz de la persona, desde el que se vive la vida. Unos lo tienen así, otros parecen enfadados con todo.

Meditaciones del Quijote
El azúl crepuscular había inundado todo el paisaje, las voces de los pájaros yacían dormidas en sus menudas gargantas; al alejarme de las aguas que corrían, entré en una zona de absoluto silencio... Y mi corazón salió entonces del fondo de las cosas, como un actor se adelanta en la escena para decir las últimas palabras dramáticas. "Paz, paz", comenzó el rítmico martilleo, y por él se filtró en mi ánimo una emoción telúrica. En lo alto, un lucero latía al mismo compás como si fuera un corazón sideral, hermano gemelo del mío. Y como el mío, lleno de asombro y ternura por lo maravilloso que es el mundo.	Comentario: Es un talante vital, en la raíz de la persona, desde el que se vive la vida. Unos lo tienen así, otros parecen enfadados con todo.

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